LA CASUALIDAD NO EXISTE

Voy a empezar diciendo que la afirmación del título tanto como todo lo que voy a contar es algo en lo que yo creo y que evidentemente no significa que sea cierto.

Hace mucho tiempo dejé de creer en las casualidades, incluso me atrevería a decir que jamás llegué a creer en ellas.

“CASUALIDAD, Causa o fuerza a la que supuestamente se deben los hechos y circunstancias imprevistos, especialmente la coincidencia de dos sucesos”

No creo en la coincidencia de los sucesos sin un fin específico. Creo que todo sucede por alguna razón superior a lo que nosotros podemos llegar a comprender.

Las cosas que suceden no son ni buenas o malas, simplemente suceden y nosotros las etiquetamos como buenas o malas según el significado que le damos. Es decir, hay una realidad que nosotros interpretamos según lo que nos hace sentir y dependiendo de ello emitimos un juicio sobre si es bueno o malo.

Por ejemplo: que despidan a alguien de su trabajo puedes etiquetarlo como algo negativo o positivo, pero la verdad es que no es ni una cosa ni otra ya que dependerá de quien y de qué significado se le de.

Un despido puede ser un “marrón” para el despedido o puede ser una oportunidad. Puede ser positivo para la empresa o positivo para el nuevo empleado que pueda entrar a ese puesto. La única realidad es: Han despedido a alguien, no es ni bueno ni malo, simplemente es.

Volviendo a las casualidades, pienso que la vida está llena de señales, sincronicidades. Cosas que suceden y que intentan decirnos algo.

¿Pero qué nos quieren decir?

Cada persona viene a este mundo para aportar algo, tenemos una misión en la tierra que debemos de descubrir.

Las señales aparecen para ayudarnos a encontrar nuestro camino, para descubrir quiénes somos y para qué fuimos creados, están para guiarnos.

Nuestra misión está muy relacionada con nuestros dones y talentos con los que fuimos concebidos. A través de ellos podremos cumplir nuestro propósito de vida, no te han sido dados por azar, sería un desperdicio no aprovecharlos. Nada es casualidad.

Todos tenemos alguna habilidad o talento, pero es verdad que algunos son más visibles que otros y se hacen más evidentes. Que no se aprecien a simple vista no significa que no los tengas.

Si tienes una habilidad desarróllala porque se te dio para eso.

Muchos libros dicen que nuestro propósito de vida tiene que ver con nuestras habilidades (lo que se nos da bien), lo que nos apasiona y lo que los demás necesitan. Si pones tus talentos al servicio de los demás alcanzarás tu propósito de vida.

Pero en nuestra mano está ver e interpretar esas señales, o QUERER interpretarlas.

Alguna vez se te habrá prestado una oportunidad en la que debías tomar una decisión y en tu cabeza te rondaban dos vocecillas, una que te animaba a aprovechar esa oportunidad y otra que te intentaba convencer de que mejor te quedaras como estás creándote miedos a lo desconocido.

La primera vocecilla es la del SER, la de tu alma, pertenece al mundo espiritual, buscará tu crecimiento personal, quiere que alcances tu propósito de vida y que recibas todo lo que te mereces.

La segunda vocecilla es la de tu EGO, pertenece al mundo físico, intentará a toda costa velar por tu supervivencia y evitará que salgas de tu comodidad, de la zona de confort. Le da igual tu propósito de vida.

Pero la magia se produce cuando se sale de la zona de confort.

Las casualidades son señales dejadas para ti, pero si no entiendes eso y crees que son solo casualidades nunca les prestarás atención e irás por el camino que no te llevará a lo que te tenían preparado, una vida de auténtica prosperidad.

Las señales se presentan cuando uno está preparado para verlas, sin embargo tú decidirás si las sigues o no.

Recuerda, tú EGO intentará meterte miedos y dudas para que sigas donde estás. Él siempre querrá ser el protagonista, normal, estás en su mundo. No dejes que domine tu vida.

Es posible que ya hayas visto señales y las hayas dejado pasar, no pasa nada, si empiezas a prestar atención verás que siguen apareciendo. ¡Hazles caso! Dios, el universo o como le quieras llamar siempre intentará que cumplas tu destino.

Imagina un camino que te lleva en linea recta a tu destino y otro que te lleva dando mil vueltas. ¿Por cuál crees que llegarás antes?

Se nos creó libres para elegir, y cada señal que dejas pasar te aleja de tu destino tomando el camino más largo. Si siempre las pasas de largo jamás llegarás.

Puedes pasarte la vida esquivándolas o ignorándolas (por miedo), pero si lo haces nunca sabrás para qué viniste a este mundo y quién eres.

Os voy a contar lo que se supone que es un chiste que me viene a la cabeza cuando pienso en las señales.

Resulta que hay unas inundaciones y un hombre se queda en lo alto de un campanario totalmente aislado.
Pasa toda la mañana y por la tarde llega una barca:
– ¡Oooigaaa! suba que le llevamos.
– Noooo graciaaaas, tengo fé en Dios y seguro que él me salvará.
– ¿Está seguro?
– Siiii, sigan que Dios me salvará.
En esto que pasa toda la noche y al día siguiente pasa a su lado una lancha:
– ¡Eh Oigaaa! suba que le llevamos.
– Noo no hace faltaaa. Soy muy devoto y seguro que Dios me salvará.
Sigue pasando el tiempo y por la tarde llega un Helicóptero de la Guardia Civil:
– ¡Ehhhhh! ¡El del campanario! ¿Necesita ayuda?
– Noooo gracias. Confío en Dios, él me salvará.
En esto que esa noche vuelve a subir el nivel de las aguas y el hombre se ahoga.
Cuando va al cielo se encuentra con Dios y le dice:
– ¡Señooorr! ¡Dios mío! ¿Por qué no me has ayudado?
– ¿Qué no te he ayudado? Te mandé una barca, una lancha, un helicóptero…

Es evidente que el hombre no supo interpretar como señales la ayuda que le ofrecieron y al final se le acabó el tiempo y se ahogó.

Yo ya decidí seguir las señales y mi intuición, y reconozco que da quebraderos de cabeza porque implica superarte y afrontar muchas cosas cuando te podrías quedar “tranquilamente” sin hacer nada y evitar ser juzgada.¡No es fácil! Si lo fuera todo el mundo lo haría.

Ya he tenido que escuchar de alguien que quiero que se me va la pinza. Si sentirme cada día menos identificada con las cosas materiales, si plasmar en un papel cosas que me vienen a la cabeza cuando reflexiono, si buscar más dentro de mí, si ver las cosas de manera diferente, etc. es que se me va la pinza, pues sí, se me va la pinza y encantada porque me da igual lo que opinen de mí y a mí me hace feliz.

Sé que mi destino no está en mi trabajo actual y por eso cada día hago por fijarme en las señales y dejarme llevar. Siento que poco a poco ésto me va sacando de mi zona de confort y me acerca cada día más al lugar donde debo estar.

Ahora tú decides que quieres hacer con tu vida.

¿Estás donde te gustaría estar?

P.D: Se me va la pinza ;P

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