Tengo que decir que para mí Valencia Triatlón es mágico.
En él pasan cosas maravillosas, como reencontrarte con personas que hace 4 años debutaron contigo en el Triatlón de la mujer, Isabel, o como compartir con gente fantástica que has conocido gracias al equipo con la que compartirás la distancia que vas a hacer ese año.
2014, cuarto año consecutivo en Valencia Triatlón, segundo año en distancia sprint.
Puedo decir que ya he probado todas las distancias que este triatlón ofrece y cada año y cada distancia han sido experiencias completamente diferentes.
Y es que ni nunca somos siempre las mismas ni una misma es o se siente como era, unas veces mejor preparada y otras algo peor, pero siempre con una gran ilusión de compartir esa experiencia junto a gente que quieres.
Este año era consciente de no ir muy preparada al triatlón, por eso elegí la distancia sprint, sabía que podría con ella aunque fuera justita para acabar “dignamente”. El tri de Burriana ya me avisó de que la carrera a pie se me haría dura.
Me levanté nerviosísima esa mañana del día 6 de septiembre, y no era precisamente porque tuviera que leer esa misma tarde en el bautizo de mi sobrina. jejeje.
Fue un día más de nervios, y es que esa semana ya había estado nerviosa, perdiendo 3 kg por ello,¡¡¡Que vivan los nervios!!!
Con ganas de usar el mono de triatlón y lucir mi nombre por segunda vez este año, me moría de ganas de que dieran nuestra salida y nos tiráramos al agua de una vez para acabar cuanto antes.
Pero antes irían las de Sueca en el Triatlón de la mujer y las del supersprint.
Estuvimos animando a todas como locas hasta que nos tuvimos que ir al cámara de llamadas. Enhorabuena y gracias por venir después a animarnos a nosotras.
Y gracias a las que al día siguiente tenían el Olímpico por estar allí animándonos a tod@s, los ánimos son nuestra gasolina plus en los momentos más difíciles.
Ya en la cámara de llamadas me quedé más tranquila de los nervios, tenía calor y me moría de ganas por tirarme al agua.
No tenía miedo a encontrarme con medusas y esto fue gracias a la tranquilidad que me dio enfrentarme al mar dos semanas antes en Burriana donde conseguí encontrarme cómoda en ese medio. ¡yujuuuu!
Se que no me coloqué en buen sitio para la salida al agua, pero lo que no imaginaba es que había elegido ¡¡tan mal!!.
Éramos muchísimas chicas y una natación poco fluida era lo que se podía esperar, lo que no imaginaba era la cantidad de golpes que recibí y durante tanto tiempo.
Al salir, llegando a la primera boya, en la boya, en la siguiente, al pasarla… buff!!!! me estaban dando ganas de empezar a repartir golpes como los que me estaba llevando, pero por suerte o por desgracia no me salió hacerlo.
A pesar de todos los golpes, la poca fluidez, etc.. me sentí cómoda en el agua y resulta que batí mi récord en nadar los 750m en triatlón.
Pegada a mí salió Nuria que me animó a correr a por la bici.
Eso era buena señal, podría intentar hacer la bici aunque fuera un tramo con ella.
Corrí como una loca hacia el box adelantando por fuera de la alfombra, cosa que casi me lleva al suelo por lo que resbalaba (el saber patinar me salvó de un buen batacazo, jajaja.)
Tanto corrí por el box que me pasé mi bici. Tanto ensayar el día de antes la transición en el box para hacer la peor transición de mi vida. 🙁
No estoy acostumbrada a buscar mi bici en un mar de bicis, siempre suele estar solita cuando salgo del agua.
Esta vez no fue así, y las prisas que no son buenas me tuvieron yendo de lado a lado del box buscando mi bici llegando a pensar que no estaba en el pasillo que tocaba.
Me enfadé tanto que me paré y pensé… se acabó el triatlón, me piro.
Me di otra oportunidad y la encontré, me sentí muy estúpida. Adiós a mi oportunidad de ir con Nuria, ella ya se había ido hacía un rato.
Intenté hacer la bici lo mejor que pude y disfrutar de mis nuevas cubiertas que cambié esa misma semana.
Estoy contenta con el tiempo que hice, aunque el recorrido se me hizo más pesado de lo que esperaba.
Sin embargo lo peor estaba por llegar… la carrera a pie.
Qué pocas ganas tenía de bajar de la bici, pero tocaba hacerlo.
La T2 me salió muy bien, llevándome incluso un insulto por adelantar en un pasillo. juas juas.
El calor se hacía presente como todos los años, ¡¡¡nooooooooo!!!
Correr con calor una vez más, estoy perdida. 🙁
A pesar del calor y el ritmo de 6:30 (mi peor tiempo jamás registrado en un tri) se me pasó rápida la carrera.
Supongo que sería porque tenía la cabeza en otro lado (iba medio desmayada, jaja).
Caminé en varias ocasiones e incluso me llegué a parar 4 veces.
Ni los avituallamientos me hacían resurgir…
Llegó el último esfuerzo, la rampa del Veles e Vents.
Ya estaba hecho, sólo tenía que reservarme una gota de fuerza para poder hacer el salto del pato volador. 😀 1:35:12
No fue el triatlón de mi vida, pero como siempre fue una experiencia de las que te gusta haber podido participar y concluir con éxito.
Para cerrar este Sprint en Valencia Triatlón el club se subió al pódium en tercera posición gracias a los tiempos de Amparo, Nuria y Andrea. Las campeonas que hace una semana quedaron subcampeonas en el Extreme Man de Menorca por relevos.
¡¡Felicidades cracks!!
Pero de Valencia Triatlón este año con lo que más me quedo fue con el domingo donde participé desde la barrera como fotógrafa y animadora.
Eso fue mi gran experiencia del fin de semana en el Valencia Triatlón.
Disfruté como nadie a pesar del calor.
No me perdí ninguna salida del agua, transiciones, circuito de bici (desde la moto) ni las entradas en meta.
Me emocionó verlas a todas, sin embargo el momento que viví con más emoción fueron las entradas en meta de Belén y de Evita que me hicieron saltar las lágrimas.
¡¡¡Evita dinamita, eres la bomba!!! Te quiero. 🙂
Felicidades Olímpicas!!!!