Hace ya unos meses que me aconsejaron cambiar mi forma de correr porque talonaba mucho y debía reducir ese impacto que tantas molestias y dolores me estaba provocando, y que además afectaba en mi rendimiento.
Me lo tomé muy en serio, me propuse hacerlo, debía conseguir correr de una forma más natural (barefoot o natural running) independientemente de las zapatillas que usara.
Porque es cierto que unas zapatillas específicas minimalistas, o de natural running te facilitan cumplir ese objetivo, pero no hace falta comprar unas zapatillas de esas para poder llegar a conseguir correr de una forma más natural (apoyando más el metatarso), es cuestión de concentrarse, fijarse…
El no alargar mucho la zancada también ayuda no talonar, el pie cae más cerca de nuestro eje central cayendo más plano facilitando el gesto.
Cuesta trabajo, pero al final obtienes resultados y vale la pena, al menos en mi caso.
Empecé a cambiar la forma de correr ayudándome con la Nike Zoom Elite, zapatilla de la que me enamoré nada más verla por su color.
La ventaja de esa zapatilla es que aunque no es una zapatilla de natural running la amortiguación no va en el talón sino en la parte central de la zapatilla y facilita el no talonar.
Las Zoom Elite me tenía muy enamorada por su estética y porque realmente notaba que estaba consiguiendo correr mejor, sin embargo Nike sigue siendo una marca que no me acaba de convencer, y después de haberlas usado entrenando y haber competido con ellas y no acabar de sentirme del todo cómoda decidí probar con la K-Swiss kwicky blade light.
Aunque no me flipaba la estética como las otras, sentía que se acoplaba mejor a mis necesidades, ligereza, más rebajada del talón y algo más dura.
Las sensaciones que tengo con ellas son mucho mejores, y la conclusión es clara, no serán tan bonitas pero… la belleza está en el interior y eso es lo que al final es lo que cuenta. 😛
Se habían reducido increíblemente mis dolores lumbares, las lesiones y mi rendimiento había mejorado, menos esfuerzo mejor resultado.
Pero no todo puede ser maravilloso… ha habido un periodo de adaptación en el cual aún puedo decir que estoy, el dolor de metatarsos ha sido algo inevitable, me duelen los pies!!!!
A veces acabo deseando meterlos en un cubo lleno de hielos, pero mejor que sean sólo los pies y no el cuerpo entero.
Todo parecía ir genial y cuando parecía que las lesiones habían desaparecido y todo se había reducido en dolor de pies, el irme a correr por la montaña el pasado domingo 28 de agosto me hizo recordar lo que era sufrir de la cintilla.
Habíamos quedado Miguel, Vicent y yo (como no tenemos bastante con vernos todos los días trabajando..jajajja) para correr en Benifaió.
A las 6:30 ya estaba en mi casa preparada para salir hacia allí.
Vicent se conoce aquella zona muy bien y nos propuso hacer una ruta de 18 km, 18km!!!??
Mi máximo hasta ese día habían sido 16 km en montaña, la carrera del Trail de Gandia.
Era mi oportunidad de superar esa distancia y de hacer un entrene diferente, entrenar las cuestas, bajadas… así que ni me lo pensé.
Allí estábamos a las 7:30 en la urbanización de Plà de les Clotxes para comenzar con la aventura que pasaría por els Bous de Machancoses, subida del gas hasta la caseta de control (El mortirol), vuelta por la antena, subida dels Valents, sendero del barranco de la Falaguera y subida hasta el punto de salida.
El más preparado Vicent que llevaba mochila con dos bidones de isotónico bien fresquitos, Miguel y yo a pelo, ni siquiera llevábamos un miserable gel. (se me olvidó cogerlo)
El plan era andar, trotar, correr… era una salida de ocio, no era una carrera y lo importante era pasarlo bien y disfrutarlo.
7:50, comienza la ruta a paso ligero.
Menuda zancada llevan estos dos!!! a mí paso me iba quedando atrás, al final tuve que optar por ir trotando al lado de ellos para poder ir al mismo ritmo si no me perdían.
De vez en cuando nos poníamos a trotar.. qué guay, una bajada.. empiezo a embalarme con Miguel.
Empiezo a emocionarme, que bien me siento, era el kilómetro 3.5 cuando sentía ir volando hacia abajo cuando de repente me torcí el tobillo izquierdo llegando a tocar con el hueso el suelo.
Madre mía!!! para matarme!!!
Me paré, me había hecho daño y el susto… no puede ser… a que me he lesionado y no puedo hacer el Triatlón de Valencia… no puede ser, no por favor!!!
Un minuto para pensar que hacía…me molestaba el tobillo.. acabábamos de empezar… ¿significaba eso que acaba de terminar la salida? me niego… intento trotar y parece que puedo apoyar bien aunque con un poco de molestia pero poco a poco comienza a desaparecer.
Todo iba genial, el recorrido me estaba encantando, lo estaba disfrutando… en las subidas trotando, tenía que aprovechar para mejorar en ellas.
En las carreras siempre pierdo mucha ventaja porque no se me dan bien y ya me he cansado de los comentarios que he oído en varias ocasiones y que por desgracia tienen razón. Es una pena que suba tan mal con lo bien que se me da bajar.
Allá íba en las subidas practicando todas esas cosas que dicen que hay que hacer, correr a pasitos cortos y llevar ritmo constante y regular para evitar un desgaste mayor en la musculatura.
El recorrido era muy divertido, subidas, bajadas, llanos… lo estaba pasando en grande. 🙂
Cuando vi la subida del gas me quedé boquiabierta, ¡íbamos a subir eso! (en el fondo me apetecía mucho hacerla, me estaba sintiendo muy bien subiendo, pero eso no quita que me dejara alucinando en colores, jajajaja) sería la subida más pronunciada, y después ya comenzaría la vuelta.
Aproveché en esa bajada antes de la subida y en otra para hacer video y bueno… dos veces que
lo hice y dos veces que casi me voy al suelo, voy a tener que buscar
otra alternativa a llevar la cámara en la mano.
Chulísima la bajada y la subida, ahora tocaba volver y todo iba genial, mi tobillo estaba funcionando bien, aunque me preocupaba que pasaría una vez se enfriara.
Como me sentía tan bien en las bajadas iba haciendo un poco el brutito para variar, saltando, etc. metiéndoles mucha caña a los cuádriceps.
Se acabó la fiesta, kilómetro 11.5 y ya la había fastidiado, mi peor enemiga la cintilla decidió hacerme una visita para “arruinarme” la salida.
Supuestamente aún quedaban 7.5 km e iba coja. jooooooooo!!!!!!
Me costaba doblar la rodilla izquierda y empecé a forzar la pierna derecha para correr y para las bajadas, me dolía más andando que trotando.
No era plan de que me llevaran a caballito y decidí que me iba a aguantar el dolor, si Fátima hizo el triatlón de Castellón con el gemelo roto yo era capaz de acabar esos kilómetros con el dolor de cintilla, eso me motivó a no querer parar, cuando acabase ya lloraría si hacía falta.
Tenía dos semanas enteras para recuperarme antes del triatlón de Valencia y confiaba en que iría al fisio a hacerme la punción seca y me dejarían como nueva en unos días.
El ir apoyando más con la pierna derecha acabó en otra torcedura de tobillo, esta vez el derecho… si es que.. vaya día para salir lesionada… si no era una cosa era otra.
Menos mal que ya quedaba poco para acabar…
Miguel y yo íbamos en cabeza, llegamos al kilómetro 17.5 km y aún no habíamos llegado al lugar de salida.
Con esto si que no contábamos!!! nos hemos perdido!!!! sin bebida, coja, dolorida, sin cobertura para avisar a Vicent y Miguel casi sin sus partes íntimas por culpa de una ramilla llena de pinchas… jajajaja
Ahí comenzó la aventura de supervivencia, jajajaja, averiguar dónde estábamos para poder volver al punto de inicio.
De la carrera de Benifaió recordaba que había que salir del barranco subiendo por la derecha, no estaba segura pero bueno, era lo que me sonaba y Miguel tampoco se acordaba.
Vamos a probar, subamos la montaña de la derecha.
Decidimos no buscar ni el camino, subir por donde fuera hasta llegar arriba, sin rumbo definido para desde allí intentar verlo todo mejor.
jajajajja, estamos como cabras, sólo hay que ver la foto, resbalarse podía haber acabado en pocas risas la verdad.
Llegamos arriba… sí…todo muy bonito.. pero… ni puñetera idea de donde estamos.
Miguel dijo: yo creo que es la otra montaña. jajajjaja. pues nada, deshagamos el camino andado y probemos la de enfrente, jejejej.
Resbalones, zarzas, sube, baja, ve, vuelve….. lo dicho, toda una aventura donde la sed se apoderaba de nosotros.
Acabamos en una urbanización preguntando cómo ir a donde queríamos llegar, llevábamos desde que habíamos salido 3h 3´, algunas heridas de guerra y deshidratación. (Miguel, teníamos que haberle pedido agua al tipet..)
Cuando nos dijeron donde estábamos yo pensé… vaya tela…¿cómo nos hemos podido ir tanto? es imposible!!! vamos a morir!!!! jajajjaja
Decidimos volver al barranco, hacernos una foto en la caseta en ruinas para enviársela como fuera a Vicent y decirle que estábamos allí para que nos dijera por donde debíamos tirar.
La encontramos, hicimos la foto y después tuvimos que irnos en busca de cobertura porque allí no había, dimos más vueltas que un tonto. 🙁
Cuando conseguimos cobertura y enviárselo a Vicent, (que ya estaba en el bar con los cacaos y las olivas a la fresca) dijo que venía a por nosotros. Vicent al rescate!!!!!!!! Gracias!!!!
Vuelta a la caseta…buffff!!! me muero de sed!!! un riachuelo estancado… me la juego??? jolines, no!!!! quiero isotónico, agua!!! cervezaaaa!!!! pero quiero beber!!! snif snif!
Qué alegría cuando vi a Vicent!! me lo hubiera comido a besos, estábamos salvados!!! pero… y la mochila con la bebida…?? S.O.S!!! la había dejado en el coche para no cargar con ella.
Ahora ya seguro que llegábamos, descansábamos y nos tomaríamos algo fresquito.
Físicamente a pesar de todos los percances, zarzas, torceduras y la cintilla me encontraba genial.
Qué pena lo de la cintilla, hicimos 21 km (media maratón!!!!!!) y de no ser por el dolor hubiera podido seguir y hacerme otra ruuta. jejejje.
Fantásticas sensaciones!!! quiero repetir!!!
Hoy ya es jueves, y esto fue el domingo, puede que a lo mejor alguien se pregunte como estoy de los tobillos y de la cintilla.
Pues para los que les preocupe y para los que no tengo que decir que lo de los tobillos por suerte sólo quedó en un susto.
Respecto a lo de la cintilla, el domingo por la tarde estaba bastante mal y apenas podía andar, no hacía más que pensar en las escaleras de Passatge que tendría que subir al día siguiente trabajando.
Necesitaba tratarme eso cuanto antes, así que decidí hablar con Lidia, una chica que entró nueva en el equipo y que tiene una clínica de fisioterapia curiosamente llamada Fisio Fénix (como el ave, 😛 ) en Mislata, Blasco Ibañez nº3. (el 3 :D)
El lunes iría a nadar (1000mts) a mediodía con ella, Carla e Irene y aunque algo mejor que el domingo sí que estaba, a las 21 h la vería para que me tratase, a ver si podía arreglarme. jejeje.
El lunes fue un día bastante ajetreado en la tienda, Lidia iba a tener faena conmigo iba a llegar con la pierna bastante hecha polvo.
Encontré a la primera la clínica, aparqué la moto y para dentro.
Directa a la camilla donde me puso electro
estimulación, calor, me hizo masaje de descarga, estiramientos y me puso el neuromuscular.
El masaje fue guaaaauuuuu!!!, notaba que me estaba dejando como nueva.
Con los estiramientos casi me muero de dolor… unas posturas que yo creo que ni el Kamasutra. jajajja.
En fin, salí de allí renovada con el cuádriceps derecho muerto de envidia.
El martes me sentía muy bien con apenas molestia y por la tarde tendría la quedada de la carrera a pie donde vería a ver qué tal funcionaba esa nueva falsa fascia que llevaba con el neuromuscular. 🙂
Quedada de running con Carla, Eva G, Elena, Lucía y Fátima.
3km suaves a 6:09 + 3 series de abdominales + 3 km fuertes a 4:39 de media!!!!!!!!!!!!!
Fátima y Carla… nos debéis unas cerves 😉
Todo esto fue sin molestias!! Gracias Lidia, te debo una!!!
Ya sabéis! si buscáis fisio… Fisio Fénix, resurgiréis de vuestras cenizas.
Próximo reto: Triatlón Sprint de Valencia
Este fin de semana a ver a Sofía al Triatlón de Oropesa que será su primer Sprint junto a su novio Pepe.
Muchísima suerte, allí estaré para animaros y haceros fotos como vosotros hicisteis conmigo en el Triatlón de Burriana.
Muacka!!!
P.D: El último comentario de un anónimo en el post del Triatlón de Burriana me hizo recordar lo que viví en Burriana, así que me despido de este post con un Fátima!! Te quiero mucho!! a por Valencia!! eres una crack!! a ver si nos vemos pronto!!!!!!
buena cronica del domingo, 🙂
Muy buena!!! Me ha hecho ilusión formar parte de la crónica. Muchas gracias!! Nos vemos pronto.
jajajajja. Gracias a ti por dejarme como nueva. 😉
y que yo me tenga que enterar por el blog!!! qué fort xiqueta.
muy buena cronica Patri!!;)
Gracias 😉
Buenas Patricia;
Una aventura un pelin arriesgada, pero al mismo tiempo emocionante.
Me alegro q al final haya salido todo bien, tanto para ti como para tu compi.
Creo q compites este fin de semana en triatlon de Valencia? Te deseo mucha suerte, no podre ir a verte competirlo, pero seguro te saldra muy bien.
Bueno un saludo chica sonriente.
La aventura genial, jejeje.
Y sí, este fin de semana al fin ya competiré en el SPRINT del Triatlón de Valencia, ya tengo muuuuchas ganas a día de hoy al menos me siento bastante bien 😀
Muchísimas gracias por la suerte chic@ anónim@. 😉