Hacía tiempo que no escribía, pero es que hoy ya no me he aguantado más, necesitaba lloriquear en voz alta.
Hoy no hablaré de lo guay que lo he pasado o lo mucho que he disfrutado corriendo la 10K o haciendo lo que sea, como suelo hacer, porque no sé mentir.
Como he dicho voy a “lloriquear” simplemente porque igual necesito sacar fuera el descontento que llevo dentro para poder sentirme mejor.
Llevo unas semanas un tanto apática. Igual no se me ha notado mucho porque igual que me viene se me va. Pero sí… he estado insoportable. (y seguramente aún lo esté, lo siento por los que se vean salpicados)
Este 2016 no lo he empezado con buen pie.
Tengo que reconocer que salirme de la rutina por motivo de las vacaciones me ha sentado fatal.
Tanto comer, tantos “compromisos”, tanto no hacer “nada”…
Al menos tengo algo positivo de estas fechas y es que lo he pasado muy bien con la familia en las comidas navideñas y al fin en noche vieja me he podido ir la nieve. De eso no me puedo quejar.
Sin embargo, creo que ver cómo se escapa el tiempo es lo que no llevo nada bien. Ya 2016!!! Debería sentirme afortunada de haber llegado, y lo estoy, pero….
¿Cómo pasa el tiempo tan deprisa? Siento que se me está yendo de las manos y que no puedo hacer nada.
Cuando nos demos cuenta ya habrá pasado un año más. ¿qué habremos hecho?
¡Los días deberían de durar más! ¡yo necesito hacer más cosas! (menos mal que salgo a las 15h de trabajar)
Aún así, ¿soy la única que tiene la sensación de que vivimos demasiado deprisa?
Cuando nos demos cuenta se nos habrá ido la vida y por desgracia sólo hay una.
O la vivimos o la perdemos.
Ahora mismo la verdad es que no sé qué hacer para aprovechar más el tiempo… no paro de trabajar, formarme en cosas que me interesan, disfrutar de mis animalitos, pareja, club, etc… y aún así me parece que no es suficiente.
O el vaso no se llena o tiene una grieta que hay que reparar. No sé… me siento que no me siento. 🙁
P.D: Espero que a esta m… de post pronto le siga uno en el que algo me haya cambiado el chip.
Un post en el que hable mi verdadero yo.
¡Patri, vuelve ya de donde quiera que estés!